Dichoso el Hombre y la Mujer
Salmos 1.1
Tres cosas son notables acerca del hombre o mujer dichoso(a):
1. Su compañía. No sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos.
2. Su lectura y pensamiento. En la ley del SEÑOR se deleita, y día y noche medita en ella.
3. Su productividad. Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
El río es el Espíritu Santo; lo plantado es la vida permanente y profunda, no ocasional, sino lo que absorbemos habitualmente de él. El fruto que se da no es de vez en cuando, sino es un fruto que se da continuamente y en forma apropiada en cada estación y temporada de la vida.
Su vida también es próspera y su espíritu fresco, como una hoja que no se marchita. Esa vida es de por sí alegre y dichosa. Efectivamente la alegría es materia de la condición espiritual. Pon un rayo de luz en un sótano y hay luz. Pon un ruiseñor en la más oscura medianoche y cantará.
Cita Bíblica:
Dichoso el hombre—Salmos 1.1
1 *Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los *blasfemos, 2 sino que en la *ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. 3 Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!
Por A .B. Simpson
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